Comprar automóvil, hacer una reforma en el hogar o financiar los estudios, son algunos de los motivos mas comunes para pedir un préstamo personal. No obstante, para poder adquirir este producto financiero es importante cumplir con una serie de requisitos, por ejemplo, tener un contrato de trabajo o demostrar solvencia económica suficiente.
Además se deben tener en cuenta otros aspectos como el tipo de intereses o los pagos administrativos que ofrece la entidad financiera, pues esto podría afectar directamente en el costo de pago del préstamo y al final saldría más caro de lo esperado. En PRESTEC queremos darte algunos consejos para que los tengas en cuenta antes de solicitar un préstamo personal.
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1. No pidas más dinero del que necesitas:
Hace unos años, al pedir un préstamo era frecuente que la entidad financiera te ofreciese una cantidad mayor a la que solicitabas. De esta forma, si el motivo inicial del préstamo era cambiar la cocina de tu casa, terminabas por reformar también el baño o comprando muebles nuevos. En la actualidad, esta tendencia ha cambiado, tanto por parte de las entidades financieras como de los clientes. Las primeras ya no conceden préstamos tan a la ligera y los segundos solicitan únicamente el dinero que necesitan para cubrir un fin concreto. Cuando pidas un préstamo tendrás que devolver el dinero que te han prestado, junto con los intereses, comisiones, etc., lo que hará que la suma total a adeudar sea considerablemente superior a la que te prestaron. Por ello, al pedir un préstamo, lo mejor es ajustar al máximo la cantidad que quieres solicitar y evitarás pagar más intereses por él. -
2. Devuélvelo lo antes posible:
Cuando la entidad con la que contratas un préstamo te pregunta en cuánto tiempo quieres devolverlo, intenta que éste sea el menor posible. Debes tener en cuenta tus ingresos y asegurarte de que podrás asumir periódicamente la cuota. Tras ello, haz cálculos e intenta ajustar el plazo de amortización todo lo que puedas ya que cuanto más tiempo tardes en devolverlo, menos seguridad tendrá el banco y mayores serán los intereses. De hecho, este es uno de los factores que más encarece el precio de los préstamos. Por el contrario, si pagas cuotas de un importe mayor, en un plazo de tiempo menor, amortizarás el préstamo antes y te resultará más económico
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3. No te retrases en los pagos:
Cuando contratas un préstamo, es muy importante que abones las cuotas en el plazo que hayas fijado con la entidad, sin retrasarte un solo día. Si cumples con el pago más tarde de lo que contempla el contrato, la entidad podrá penalizarte aplicando intereses de mora, que suelen ser más elevados que los intereses ordinarios. Si esta situación se repite o dejas de pagar alguna mensualidad, tu deuda no desaparecerá, sino que se incrementará y podrían llegar a embargar tus bienes o cuentas bancarias. Por ello, antes de pedir un préstamo asegúrate de que puedes hacer frente al pago del mismo y, sobre todo, cumple con los pagos en el plazo previsto.
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4. Justifica el gasto:
Cuando pides un préstamo, la mayoría de entidades te preguntarán en qué pretendes invertir dicho dinero, ya que es una información que les proporciona cierta seguridad. No es lo mismo que quieras un préstamo para saldar deudas anteriores, que para comprarte un carro. Por ello, la mayoría de entidades ofrecen préstamos específicos para la financiación de un fin en concreto, por ejemplo los créditos de vivienda, las compras de cartera o los créditos de automóviles, etc. Estos productos cuentan con unas condiciones y ventajas específicas. No obstante, para que la entidad financiera te conceda esos beneficios deberás acreditar con los documentos correspondientes que el fin del préstamo es el que has indicado.
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5. No recurras al dinero informal:
Cuando solicitas un préstamo, las entidades suelen tardar unos días en confirmar que eres apto para prestarte el dinero. Para ello, te pedirán que aportes garantías que demuestren que puedes devolverlo. Si eres trabajador dependiente, lo más común es que te soliciten tu nómina, que debe ser de ingresos suficientes, y tu contrato de trabajo, que pueden exigir que sea de carácter indefinido. Si eres independiente también tendrás que demostrar solvencia económica a través de facturas, extractos bancarios u otro tipo de documentos. No obstante, existen algunas entidades que ofrecen dinero informal y sin necesidad de aportar garantías de pago. Debes tener cuidado con éste tipo de préstamos, ya que podrían cobrarte unos intereses o comisiones más elevadas que el resto de entidades, e incluso de la forma menos agradable posible.
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6. Fíjate en la Tasa de Interés y los costos adicionales:
Al tomar un préstamo no sólo tienes que fijarte en los intereses que te van a cobrar, sino que también existen otras condiciones que pueden hacer que tu préstamo se encarezca. Así, cuando pides un crédito o un préstamo, muchas entidades pueden exigirte que contrates determinados productos como seguros o tarjetas, o cobrarte ciertas comisiones que pueden hacer que el producto cueste mucho más caro de lo que parecía si sólo tenías en cuenta los intereses. Por ello, cuando vas a contratar un préstamo, fíjate en sumar el costo total del préstamo, incluyendo comisiones, intereses, gastos y seguros.
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7. Compara diferentes préstamos personales:
Sin duda, la mejor opción para conseguir el préstamo más adecuado para cada persona es comparar los diferentes productos que hay en el mercado y que ofrecen las distintas entidades.